lunes, 26 de octubre de 2009

El conocimiento del calentamiento global

La inminente realización de la Cumbre del Clima de la ONU en Copenhague, capital de Dinamarca, del 7 al 18 de Diciembre de 2009, de la cual surgirá el acuerdo que sustituya al Protocolo de Kyoto, es una buena oportunidad para colocarse al día en materia climática. Como una contribución a ese esfuerzo, sale de la imprenta la segunda edición del libro que titulamos “Grandes Retos de la Educación: El Recalentamiento Global de La Tierra”, que busca documentar al público lector sobre todo lo concerniente a la mas grande amenaza que se cierne sobre la Humanidad: el desequilibrio en el ciclo calórico del Planeta. Apuntamos en el texto que es necesario cambiar de enfoque internacional en torno a las estrategias científicas y educativas, que lejos de dispersar esfuerzos y auditorios, deben emprender iniciativas conjuntas para llegar a cada habitante del planeta y que éste adopte como consumidor individual de energía una conciencia sensible con respecto a la situación planteada. Igualmente enfatizamos la necesidad de que Estados Unidos y la China, las dos naciones más contaminantes del planeta, suscriban los acuerdos globales para generar una política efectiva de mitigación mundial del problema. Europa, más consciente de su maduro papel tutelar como el albacea de los valores culturales de la Humanidad, ha generado una iniciativa conjunta que le ha permitido cumplir como comunidad frente al mundo, reduciendo las emisiones de carbono a la atmósfera en el viejo continente.
Al propio tiempo, ya enfocando nuestra mirada en latinoamerica, es necesario que como continente asumamos una acción conjunta que nos permita plantearnos como región la generación y ejecución de políticas contribuyentes con la progresiva superación del problema.Tenemos la gran oportunidad como colectivo de unir iniciativas en torno a un modelo de desarrollo sustentable que no explote hasta su exterminación los recursos naturales de la región.Antes bien , tenemos la posibilidad y hasta el deber, de sumar nuestras voces sin distingos de ideologías, credos ni creencias, en una acción resonante que permita convertirnos en los mas firmes voceros de la naturaleza que hemos de resguardar.
Efectivamente, en la III Reunión Ordinaria del Consejo de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) celebrada el 10 de Agosto de 2009 en la ciudad de Quito, Ecuador, se declara en el cuarto punto de la Resolución final del evento, que “Corresponde enfrentar los desafíos que impone el calentamiento global y sus efectos en el clima del mundo, dentro del ámbito conceptual y procesal establecido por la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático y el Protocolo de Kyoto, poniendo de relieve el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas y las respectivas capacidades nacionales”. Agrega la UNASUR: “De cara a la Cumbre de Copenhague, debemos esforzarnos para que la crisis económica y financiera no constituya una excusa para desatender este imperativo, para que el nuevo régimen de mitigación sea efectivo, justo y equitativo, comprenda metas más ambiciosas de reducción de emisiones y refleje las distintas responsabilidades de los países industrializados y en desarrollo, así como sus diferentes niveles socioeconómicos”.
De esta manera, Suramérica adopta una posición oficial ante el grave problema.
Lo pertinente ahora, sería pasar de la fase descriptiva del estudio, a la colocación de los sensores de impacto, en particular en las regiones costeras de todo el continente, para abordar una evaluación contínua del cambio climático y hacer posible su mitigación, a través de la puesta en practica de políticas orientadas a ese propósito cuya efectividad puede medirse a través de la instrumentación referida.
En Centroamérica, una región más vulnerable y deprimida, las consecuencias del calentamiento global ya se están midiendo en costosas consecuencias.Por ejemplo, Uno de los eventos climáticos de mayor impacto en Guatemala es el Fenómeno de El Niño, con importantes implicaciones en el clima, que se ha reflejado en la variación de los regímenes de lluvia. Bajo eventos severos se ha registrado una disminución importante en los acumulados de lluvia el inicio de la época lluviosa, con implicaciones en menor disponibilidad de agua, incendios, etc.
La sequía, las lluvias y las heladas, que han afectado en lo que va de 2009 a Guatemala, han causado millonarias pérdidas en los cultivos agrícolas en al menos 15 departamentos de ese país.
El fenómeno se ha asociado a la mayor incidencia de frentes fríos y aumento del número de huracanes en el Pacífico.
Estas condiciones atmosféricas causan inundaciones importantes en las cuencas de los ríos, principalmente los correspondientes a la Vertiente del Pacífico, las cuales se ven agravadas por la alta vulnerabilidad de muchas zonas pobladas establecidas en áreas de alto riesgo como márgenes de rios y laderas propensas a deslizamientos.
Los efectos del cambio climático, continuarán afectando severamente el territorio guatemalteco.Ha comenzado una larga etapa sin lluvias que se ha iniciado en este Octubre de 2009 y que podría concluir en julio de 2010.
Según el Ministerio de Agricultura y Alimentación (MAGA), un total de 16.715 familias han resultado afectadas por los cambios climáticos en Guatemala.
Los tres fenómenos naturales que se han registrado desde abril pasado, han dejado pérdidas en la agricultura por unos 38,8 millones de quetzales (4,7 millones de dólares).Inicialmente, la prolongada sequía afectó cultivos de fríjol y maíz en ocho departamentos de la afectada nación centroamericana, donde la mitad de su población infantil sufre de desnutrición con consecuencias irreversibles para el aprendizaje.
Los efectos del cambio climático son desvastadores.
En la actualidad las capacidades autoreguladoras de la atmósfera están siendo llevadas a sus límites y según muchos especialistas ya han sido sobrepasadas. Las soluciones a los problemas del adelgazamiento de la capa de Ozono, al calentamiento global y a las alteraciones climáticas devastadoras, no son cuestión de años, ni siquiera décadas.
Dentro de los efectos de los cambios climáticos especialmente para la región del Caribe donde se encuentra Venezuela podemos señalar los huracanes, las marejadas, la alteración de las estaciones climáticas y en especial el efecto del “niño” y la “niña” que involucra sequías prolongadas o fuertes inundaciones por una concentración de lluvias excepcionales, terremotos, deslaves , derrumbes e incendios.
En los años venideros, 250 millones de personas podrían ser refugiados ambientales a consecuencia del cambio climático, debido a las afectaciones que ya resienten las poblaciones, las cuales se manifiestan en sequías, inundaciones y falta de alimentos. Habrá una devastación de nuestra biodiversidad tropical y millones de personas correrán peligro de desaparecer.
El presidente de Francia, a la vista de estos datos, ha dicho con acierto: «ha llegado la hora de una revolución en el verdadero sentido de la palabra: una revolución de las conciencias, de la economía y de la acción política».
Para realizar ese esfuerzo global al que nos invita Copenhague 2009, es necesario el conocimiento general de la población y de los organismos competentes del peligro que enfrentamos y de las acciones que podemos emprender para vencerlo.
La segunda edición de “Grandes Retos de la Educación: El Recalentamiento Global de La Tierra “ es nuestro grano de arena para comprenderlo de manera sencilla y accesible a todos, y así valorar la importancia de la acción climática individual , generando una gran respuesta colectiva para salvar al Planeta.

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