La inminente realización de la Cumbre del Clima de la ONU en Copenhague, capital de Dinamarca, del 7 al 18 de Diciembre de 2009, de la cual surgirá el acuerdo que sustituya al Protocolo de Kyoto, es una buena oportunidad para colocarse al día en materia climática. Como una contribución a ese esfuerzo, sale de la imprenta la segunda edición del libro que titulamos “Grandes Retos de la Educación: El Recalentamiento Global de La Tierra”, que busca documentar al público lector sobre todo lo concerniente a la mas grande amenaza que se cierne sobre la Humanidad: el desequilibrio en el ciclo calórico del Planeta. Apuntamos en el texto que es necesario cambiar de enfoque internacional en torno a las estrategias científicas y educativas, que lejos de dispersar esfuerzos y auditorios, deben emprender iniciativas conjuntas para llegar a cada habitante del planeta y que éste adopte como consumidor individual de energía una conciencia sensible con respecto a la situación planteada. Igualmente enfatizamos la necesidad de que Estados Unidos y la China, las dos naciones más contaminantes del planeta, suscriban los acuerdos globales para generar una política efectiva de mitigación mundial del problema. Europa, más consciente de su maduro papel tutelar como el albacea de los valores culturales de la Humanidad, ha generado una iniciativa conjunta que le ha permitido cumplir como comunidad frente al mundo, reduciendo las emisiones de carbono a la atmósfera en el viejo continente.
Al propio tiempo, ya enfocando nuestra mirada en latinoamerica, es necesario que como continente asumamos una acción conjunta que nos permita plantearnos como región la generación y ejecución de políticas contribuyentes con la progresiva superación del problema.Tenemos la gran oportunidad como colectivo de unir iniciativas en torno a un modelo de desarrollo sustentable que no explote hasta su exterminación los recursos naturales de la región.Antes bien , tenemos la posibilidad y hasta el deber, de sumar nuestras voces sin distingos de ideologías, credos ni creencias, en una acción resonante que permita convertirnos en los mas firmes voceros de la naturaleza que hemos de resguardar.
Efectivamente, en la III Reunión Ordinaria del Consejo de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) celebrada el 10 de Agosto de 2009 en la ciudad de Quito, Ecuador, se declara en el cuarto punto de la Resolución final del evento, que “Corresponde enfrentar los desafíos que impone el calentamiento global y sus efectos en el clima del mundo, dentro del ámbito conceptual y procesal establecido por la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático y el Protocolo de Kyoto, poniendo de relieve el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas y las respectivas capacidades nacionales”. Agrega la UNASUR: “De cara a la Cumbre de Copenhague, debemos esforzarnos para que la crisis económica y financiera no constituya una excusa para desatender este imperativo, para que el nuevo régimen de mitigación sea efectivo, justo y equitativo, comprenda metas más ambiciosas de reducción de emisiones y refleje las distintas responsabilidades de los países industrializados y en desarrollo, así como sus diferentes niveles socioeconómicos”.
De esta manera, Suramérica adopta una posición oficial ante el grave problema.
Lo pertinente ahora, sería pasar de la fase descriptiva del estudio, a la colocación de los sensores de impacto, en particular en las regiones costeras de todo el continente, para abordar una evaluación contínua del cambio climático y hacer posible su mitigación, a través de la puesta en practica de políticas orientadas a ese propósito cuya efectividad puede medirse a través de la instrumentación referida.
En Centroamérica, una región más vulnerable y deprimida, las consecuencias del calentamiento global ya se están midiendo en costosas consecuencias.Por ejemplo, Uno de los eventos climáticos de mayor impacto en Guatemala es el Fenómeno de El Niño, con importantes implicaciones en el clima, que se ha reflejado en la variación de los regímenes de lluvia. Bajo eventos severos se ha registrado una disminución importante en los acumulados de lluvia el inicio de la época lluviosa, con implicaciones en menor disponibilidad de agua, incendios, etc.
La sequía, las lluvias y las heladas, que han afectado en lo que va de 2009 a Guatemala, han causado millonarias pérdidas en los cultivos agrícolas en al menos 15 departamentos de ese país.
El fenómeno se ha asociado a la mayor incidencia de frentes fríos y aumento del número de huracanes en el Pacífico.
Estas condiciones atmosféricas causan inundaciones importantes en las cuencas de los ríos, principalmente los correspondientes a la Vertiente del Pacífico, las cuales se ven agravadas por la alta vulnerabilidad de muchas zonas pobladas establecidas en áreas de alto riesgo como márgenes de rios y laderas propensas a deslizamientos.
Los efectos del cambio climático, continuarán afectando severamente el territorio guatemalteco.Ha comenzado una larga etapa sin lluvias que se ha iniciado en este Octubre de 2009 y que podría concluir en julio de 2010.
Según el Ministerio de Agricultura y Alimentación (MAGA), un total de 16.715 familias han resultado afectadas por los cambios climáticos en Guatemala.
Los tres fenómenos naturales que se han registrado desde abril pasado, han dejado pérdidas en la agricultura por unos 38,8 millones de quetzales (4,7 millones de dólares).Inicialmente, la prolongada sequía afectó cultivos de fríjol y maíz en ocho departamentos de la afectada nación centroamericana, donde la mitad de su población infantil sufre de desnutrición con consecuencias irreversibles para el aprendizaje.
Los efectos del cambio climático son desvastadores.
En la actualidad las capacidades autoreguladoras de la atmósfera están siendo llevadas a sus límites y según muchos especialistas ya han sido sobrepasadas. Las soluciones a los problemas del adelgazamiento de la capa de Ozono, al calentamiento global y a las alteraciones climáticas devastadoras, no son cuestión de años, ni siquiera décadas.
Dentro de los efectos de los cambios climáticos especialmente para la región del Caribe donde se encuentra Venezuela podemos señalar los huracanes, las marejadas, la alteración de las estaciones climáticas y en especial el efecto del “niño” y la “niña” que involucra sequías prolongadas o fuertes inundaciones por una concentración de lluvias excepcionales, terremotos, deslaves , derrumbes e incendios.
En los años venideros, 250 millones de personas podrían ser refugiados ambientales a consecuencia del cambio climático, debido a las afectaciones que ya resienten las poblaciones, las cuales se manifiestan en sequías, inundaciones y falta de alimentos. Habrá una devastación de nuestra biodiversidad tropical y millones de personas correrán peligro de desaparecer.
El presidente de Francia, a la vista de estos datos, ha dicho con acierto: «ha llegado la hora de una revolución en el verdadero sentido de la palabra: una revolución de las conciencias, de la economía y de la acción política».
Para realizar ese esfuerzo global al que nos invita Copenhague 2009, es necesario el conocimiento general de la población y de los organismos competentes del peligro que enfrentamos y de las acciones que podemos emprender para vencerlo.
La segunda edición de “Grandes Retos de la Educación: El Recalentamiento Global de La Tierra “ es nuestro grano de arena para comprenderlo de manera sencilla y accesible a todos, y así valorar la importancia de la acción climática individual , generando una gran respuesta colectiva para salvar al Planeta.
lunes, 26 de octubre de 2009
martes, 20 de octubre de 2009
Azul profundo
Los océanos del planeta se encuentran terriblemente amenazados por la actividad humana. Noventa por ciento de los grandes peces, como los tiburones, han desparecido.
Vamos a bucear”. Con esas palabras, la famosa oceanógrafa Sylvia Earle inició el pasado 26 de agosto el Foro Verde abc* 2009. El evento, que se llevó a cabo en el hotel Mandarin Oriental de Miami, fue organizado por la Iniciativa Planeta del American Business Council (abc*), en asociación con la National Geographic Society, Oceana, la Escuela Rosenstiel de Ciencias Marinas y Atmosféricas de la Universidad de Miami (RSMAS), el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales (NRDC) y la ciudad de Miami, y congregó a importantes líderes de todo el hemisferio para discutir asuntos relativos a la sostenibilidad de los océanos. Sylvia Earle hizo las veces de presidenta honoraria y conferencista principal, y le inyectó al evento su pasión y experiencia sin igual.
Se asume con frecuencia, de manera errada, que el conocimiento humano abarca todo lo que hay en el planeta. Pero en lo referente a los océanos todavía queda mucho por aprender.
Cerca de 95% de los océanos siguen siendo, hoy por hoy, terreno inexplorado, como lo señaló el oceanógrafo David Gallo en una charla cautivante que dejó embelesados a los asistentes con intrigantes imágenes de la vida animal en las profundidades. Gallo señaló que hace muy poco se ha descubierto que las zonas más profundas del océano tienen una biodiversidad mayor aun que la de los bosques tropicales.
Lo que sí se sabe con seguridad es que la actividad humana está destruyendo los océanos. El exceso de pesca ha arrasado con cerca de 90% de los grandes peces (tiburón, atún, pez espada). Cada año se pesca más y los peces que se atrapan cada vez son más pequeños. Enric Sala, oceanógrafo de la National Geographic, indicó que el exceso de pesca no es solo un tema de índole ambiental, sino económico: “considerando tan solo cuatro especies el róbalo, el lenguado, la anchoa y la palometa se estima que Estados Unidos podría haber generado a perpetuidad [con una pesca racional] ingresos por US$570 millones por año. Esto es, un total aproximado de US$ 2.850 millones en cinco años. No cabe duda de que habríamos podido disfrutar de este ingreso, en especial en la actual recesión”.
El panel puso énfasis en la importancia de cambiar los hábitos alimenticios de la población hacia especies que permitan una forma de cultivo sostenible.
Según Sylvia Earle, por cada kilo de pescado que ingresa al mercado hoy en día, se pierden entre 5 y 50 kilos de peces atrapados por accidente en las redes.
Los alcances del consumismo en la cultura de Estados Unidos y su impacto en la contaminación del planeta fueron el tema central de la charla del fotógrafo Chris Jordan. Con sus fotografías de desechos, Jordan logra captar la escala estadística del consumo en imágenes que resultan sumamente impactantes para los espectadores. Uno de los resultados más dramáticos de ese consumismo es el llamado Gran Parche de Basura del Pacífico, una isla de plástico que flota en la mitad del Pacífico norte. Algunos expertos sostienen que la misma abarca un área igual o superior a la del estado de Texas, equivalente a la mitad del territorio peruano.
Según Terry García, vicepresidente ejecutivo de Mission Programs de la National Geographic Society, “estamos tomando del océano todo cuanto queremos, y depositando en él todo cuanto no deseamos, y lo estamos envenenando.
Cada nueve meses contaminamos el océano con el equivalente al derrame de petróleo de un Exxon Valdez. En realidad, lo que estamos haciendo es cambiar la composición química del océano”.
Los océanos constituyen 75% de la superficie de la Tierra y sin embargo ha sido imposible lograr la aprobación de normas que los protejan.
Según David Leston, economista de la Universidad de Miami: “Estamos invirtiendo en los océanos cifras muy inferiores a aquellas que el océano mismo nos está brindando. No estamos haciendo un buen trabajo en la protección de los océanos. Afortunadamente existen unas pocas personas que están tratando de mejorar la situación”.
Él mismo ha participado en varias audiencias del Congreso estadounidense sobre el tema, porque piensa que los políticos deben ser motivados por sus constituyentes. A los participantes en el Foro Verde abc* 2009 se les motivó para que con su firma respaldaran cartas dirigidas a sus políticos locales, presionándolos para que colaboren en la preservación de los océanos.
El sentimiento general después del Foro Verde abc* 2009 es que si bien existe un grupo de individuos y organizaciones que están trabajando duro para salvar los océanos, todavía no se está haciendo lo suficiente. Y la razón de ello es que la gravedad de la situación no ha sido comprendida por la población en general. Si del foro se pudiera extraer una conclusión, sería que la situación es grave y es necesario hacer algo ya. Según Sylvia Earle, “debemos estabilizar, de alguna manera, nuestra conexión con la naturaleza, para que en 50 años, 500 años, 5.000 años, todavía exista un sistema natural y un respeto por lo que este hace para sostenernos”.
Al promover esta conferencia, Emilio Azcárraga de Televisa, Guillermo Romo del Grupo Mega, César Alierta de Telefónica S.A., Juan Carlos Eserski de Telecorporación Salvadoreña y Angélica Fuentes y Jorge Vergara de Omniilife (todos ellos miembros fundadores de abc*) se han convertido en embajadores de los océanos en sus respectivas comunidades.
En sus palabras de clausura del foro, Jean Michel Cousteau, el famoso explorador marino, hijo del legendario Jacques Cousteau, hizo un llamado para que busquemos una manera nueva de pensar acerca de nuestros océanos: “Así como existe un Movimiento Verde, necesitamos de una revolución azul”. Y en el Foro no quedó ninguna duda de ello.
Vamos a bucear”. Con esas palabras, la famosa oceanógrafa Sylvia Earle inició el pasado 26 de agosto el Foro Verde abc* 2009. El evento, que se llevó a cabo en el hotel Mandarin Oriental de Miami, fue organizado por la Iniciativa Planeta del American Business Council (abc*), en asociación con la National Geographic Society, Oceana, la Escuela Rosenstiel de Ciencias Marinas y Atmosféricas de la Universidad de Miami (RSMAS), el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales (NRDC) y la ciudad de Miami, y congregó a importantes líderes de todo el hemisferio para discutir asuntos relativos a la sostenibilidad de los océanos. Sylvia Earle hizo las veces de presidenta honoraria y conferencista principal, y le inyectó al evento su pasión y experiencia sin igual.
Se asume con frecuencia, de manera errada, que el conocimiento humano abarca todo lo que hay en el planeta. Pero en lo referente a los océanos todavía queda mucho por aprender.
Cerca de 95% de los océanos siguen siendo, hoy por hoy, terreno inexplorado, como lo señaló el oceanógrafo David Gallo en una charla cautivante que dejó embelesados a los asistentes con intrigantes imágenes de la vida animal en las profundidades. Gallo señaló que hace muy poco se ha descubierto que las zonas más profundas del océano tienen una biodiversidad mayor aun que la de los bosques tropicales.
Lo que sí se sabe con seguridad es que la actividad humana está destruyendo los océanos. El exceso de pesca ha arrasado con cerca de 90% de los grandes peces (tiburón, atún, pez espada). Cada año se pesca más y los peces que se atrapan cada vez son más pequeños. Enric Sala, oceanógrafo de la National Geographic, indicó que el exceso de pesca no es solo un tema de índole ambiental, sino económico: “considerando tan solo cuatro especies el róbalo, el lenguado, la anchoa y la palometa se estima que Estados Unidos podría haber generado a perpetuidad [con una pesca racional] ingresos por US$570 millones por año. Esto es, un total aproximado de US$ 2.850 millones en cinco años. No cabe duda de que habríamos podido disfrutar de este ingreso, en especial en la actual recesión”.
El panel puso énfasis en la importancia de cambiar los hábitos alimenticios de la población hacia especies que permitan una forma de cultivo sostenible.
Según Sylvia Earle, por cada kilo de pescado que ingresa al mercado hoy en día, se pierden entre 5 y 50 kilos de peces atrapados por accidente en las redes.
Los alcances del consumismo en la cultura de Estados Unidos y su impacto en la contaminación del planeta fueron el tema central de la charla del fotógrafo Chris Jordan. Con sus fotografías de desechos, Jordan logra captar la escala estadística del consumo en imágenes que resultan sumamente impactantes para los espectadores. Uno de los resultados más dramáticos de ese consumismo es el llamado Gran Parche de Basura del Pacífico, una isla de plástico que flota en la mitad del Pacífico norte. Algunos expertos sostienen que la misma abarca un área igual o superior a la del estado de Texas, equivalente a la mitad del territorio peruano.
Según Terry García, vicepresidente ejecutivo de Mission Programs de la National Geographic Society, “estamos tomando del océano todo cuanto queremos, y depositando en él todo cuanto no deseamos, y lo estamos envenenando.
Cada nueve meses contaminamos el océano con el equivalente al derrame de petróleo de un Exxon Valdez. En realidad, lo que estamos haciendo es cambiar la composición química del océano”.
Los océanos constituyen 75% de la superficie de la Tierra y sin embargo ha sido imposible lograr la aprobación de normas que los protejan.
Según David Leston, economista de la Universidad de Miami: “Estamos invirtiendo en los océanos cifras muy inferiores a aquellas que el océano mismo nos está brindando. No estamos haciendo un buen trabajo en la protección de los océanos. Afortunadamente existen unas pocas personas que están tratando de mejorar la situación”.
Él mismo ha participado en varias audiencias del Congreso estadounidense sobre el tema, porque piensa que los políticos deben ser motivados por sus constituyentes. A los participantes en el Foro Verde abc* 2009 se les motivó para que con su firma respaldaran cartas dirigidas a sus políticos locales, presionándolos para que colaboren en la preservación de los océanos.
El sentimiento general después del Foro Verde abc* 2009 es que si bien existe un grupo de individuos y organizaciones que están trabajando duro para salvar los océanos, todavía no se está haciendo lo suficiente. Y la razón de ello es que la gravedad de la situación no ha sido comprendida por la población en general. Si del foro se pudiera extraer una conclusión, sería que la situación es grave y es necesario hacer algo ya. Según Sylvia Earle, “debemos estabilizar, de alguna manera, nuestra conexión con la naturaleza, para que en 50 años, 500 años, 5.000 años, todavía exista un sistema natural y un respeto por lo que este hace para sostenernos”.
Al promover esta conferencia, Emilio Azcárraga de Televisa, Guillermo Romo del Grupo Mega, César Alierta de Telefónica S.A., Juan Carlos Eserski de Telecorporación Salvadoreña y Angélica Fuentes y Jorge Vergara de Omniilife (todos ellos miembros fundadores de abc*) se han convertido en embajadores de los océanos en sus respectivas comunidades.
En sus palabras de clausura del foro, Jean Michel Cousteau, el famoso explorador marino, hijo del legendario Jacques Cousteau, hizo un llamado para que busquemos una manera nueva de pensar acerca de nuestros océanos: “Así como existe un Movimiento Verde, necesitamos de una revolución azul”. Y en el Foro no quedó ninguna duda de ello.
jueves, 8 de octubre de 2009
ARIAS: “PARA SALVAR EL MUNDO SE REQUIERE UN PEQUEÑO PORCENTAJE DEL GASTO MILITAR”
“Salvar el planeta será más barato que aniquilarlo y preservar la vida”, este fue el mensaje que esta mañana el presidente Óscar Arias brindó este martes durante la Cumbre de Cambio Climático, en la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Nueva York.
“No he venido aquí a señalar culpables. Espero, que las naciones que más han contribuido a crear este estado de cosas, y que más provecho han derivado de un desarrollo insostenible, tengan también la hidalguía de ser hoy las más dispuestas a enmendar el rumbo y prestar una mano solidaria”, expresó el presidente Arias desde la ONU.
Según el presidente Arias, solucionar el problema del calentamiento global y preservar la vida, costaría sólo una fracción de lo que cada año destinamos a la empresa de la muerte. Con apenas un porcentaje de los $13 millones que, como mínimo, se destinarán al gasto militar en los próximos 10 años, se podría cubrir la totalidad del costo de estabilizar las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo.
“De nada servirá contar con submarinos nucleares cuando el océano sea una pila ardiente, con helicópteros artillados cuando el cielo sea una nube negra, o con mísiles que no tendrán en la mira más que cucarachas en el desierto”, expresó el presidente Óscar Arias desde Nueva York.
“No he venido aquí a señalar culpables. Espero, que las naciones que más han contribuido a crear este estado de cosas, y que más provecho han derivado de un desarrollo insostenible, tengan también la hidalguía de ser hoy las más dispuestas a enmendar el rumbo y prestar una mano solidaria”, expresó el presidente Arias desde la ONU.
Según el presidente Arias, solucionar el problema del calentamiento global y preservar la vida, costaría sólo una fracción de lo que cada año destinamos a la empresa de la muerte. Con apenas un porcentaje de los $13 millones que, como mínimo, se destinarán al gasto militar en los próximos 10 años, se podría cubrir la totalidad del costo de estabilizar las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo.
“De nada servirá contar con submarinos nucleares cuando el océano sea una pila ardiente, con helicópteros artillados cuando el cielo sea una nube negra, o con mísiles que no tendrán en la mira más que cucarachas en el desierto”, expresó el presidente Óscar Arias desde Nueva York.
viernes, 2 de octubre de 2009
Una especie en peligro de extinción
e habría gustado hablar hoy del extraordinario concierto Paz sin Fronteras”, celebrado en la Plaza de la Revolución “José Martí” hace 24 horas, pero la porfiada realidad me obliga a escribir sobre un peligro que amenaza no solo la paz, sino también la supervivencia de nuestra especie.
La Organización de Naciones Unidas, cuya tarea es velar por la paz, la seguridad y los derechos de casi 200 Estados, que allí representan a más de 6 mil 500 millones de habitantes del planeta, iniciará los debates de su Asamblea General con la participación de los Jefes de Estado el próximo miércoles. Esta vez, dada la importancia excepcional del tema, dedicará el martes 22 de septiembre a una Sesión de Alto Nivel sobre el Cambio Climático, como preparación para la Conferencia de Copenhague, Dinamarca, entre el 7 y el 18 de diciembre del presente año.
En la Conferencia Internacional sobre el Medio Ambiente convocada por la ONU en Río de Janeiro, afirmé como jefe entonces del Estado cubano: “Una especie está en peligro de extinción: el hombre”. Cuando pronuncié y fundamenté aquellas palabras, recibidas y aplaudidas por los jefes de Estado allí presentes -incluido el Presidente de Estados Unidos, un Bush menos tenebroso que su hijo George W.-, éstos creían disponer todavía de varios siglos para enfrentar el problema. Yo mismo no lo veía en fecha tan cercana como 60 u 80 años.
Hoy se trata de un peligro realmente inminente y sus efectos son ya visibles. Me limitaré solo a unos pocos detalles, que serán ampliamente abordados en Nueva York por nuestro Ministro de Relaciones Exteriores que allí intervendrá en nombre de Cuba.
La temperatura promedio ha crecido 0,8 grados centígrados desde 1980, según el Instituto de Estudios Espaciales de la NASA. Las últimas dos décadas del siglo XX fueron las más calurosas en cientos de años. Las temperaturas en Alaska, el Oeste canadiense y el Este de Rusia han subido a un ritmo que duplica el promedio mundial. El hielo del Ártico está desapareciendo rápidamente y la región puede experimentar su primer verano completamente libre de hielo tan pronto como en el año 2040. Los efectos son visibles en las masas de hielo de más de dos kilómetros de altura que se derriten en Groenlandia, los glaciares de Suramérica, desde Ecuador hasta el Cabo de Hornos, fuentes fundamentales de agua, y la gigantesca capa de hielo que cubre la extensa zona Antártida.
Las actuales concentraciones de dióxido de carbono han alcanzado el equivalente a 380 partes por millón, cifra que supera el rango natural de los últimos 650 mil años. El calentamiento está afectando ya los sistemas naturales de todo el mundo. Si esto ocurriera sería devastador para todos los pueblos.
Los científicos han descubierto que hace no menos de 3 mil millones de años surgieron las primeras formas de vida elemental en el planeta Tierra. Desde entonces las mismas evolucionaron continuamente hacia formas superiores y complejas en virtud de leyes biológicas inexorables. Nuestra actual especie, el Homo sapiens, apenas cuenta con 150 mil años de existencia, una insignificante fracción de tiempo desde que surgió la vida. Aunque los griegos, cientos de años antes de nuestra era, poseían ya determinados conocimientos astronómicos, hace solo algo más de 500 años, después de un largo período de oscuridad medieval, el hombre llegó a conocer que la Tierra era redonda y no plana. Un almirante audaz de origen genovés y sólidos conocimientos se propuso navegar hacia el Este en busca de la India, en vez de bordear por el Sur de África. Comenzaba la colonización europea de este hemisferio y el resto del planeta.
La especie humana pudo medir con bastante precisión la vuelta de la Tierra cada 24 horas y su movimiento de traslación alrededor de la enorme masa incandescente del Sol, cada 365 días aproximadamente. Estas y otras singulares circunstancias estaban asociadas a la existencia y la vida de todas las especies que existían entonces.
Desde la antigüedad, los filósofos y pensadores más avanzados han buscado la justicia social. A pesar de eso la esclavitud física duró legalmente todavía hasta hace129 años, en que se decretó la abolición de la esclavitud en la colonia española de Cuba.
Desde mi punto de vista la Teoría de la Evolución, expuesta por Darwin en su libro “El origen de las especies”, ha sido uno de los dos descubrimientos de la ciencia más importantes. Algunos vieron en ella un antagonismo con las creencias religiosas; ningún científico, sin embargo, hoy la niega, y muchos de ellos, que profesan sinceras creencias religiosas, ven en la evolución la expresión de la voluntad divina.
El otro aporte decisivo fue el de la Teoría General de la Relatividad de Albert Einstein, expuesta en 1915, fuente de muchas investigaciones posteriores a la muerte del autor en abril de 1955. Pocas personas han influido tanto en el destino del mundo como él. Einstein persuadió a Roosevelt de iniciar las investigaciones para producir la bomba atómica por temor a que esta fuese desarrollada por los nazis. Cuando Truman las hizo estallar sobre las ciudades civiles indefensas de Hiroshima y Nagasaki, de tal manera le impactó el hecho que se convirtió en un pacifista convencido. Hoy Estados Unidos posee miles de armas nucleares más potentes que aquellas, las cuales podrían exterminar varias veces la población del mundo. Son a su vez, los mayores productores y exportadores de todo tipo de armas.
El ritmo acelerado de las investigaciones científicas en todos los campos de la producción material y los servicios, bajo el orden económico impuesto al mundo después de la Segunda Guerra Mundial, ha conducido a la humanidad a una situación insostenible.
Nuestro deber es exigir la verdad. La población de todos los países tiene derecho a conocer los factores que originan el cambio climático y cuáles son las posibilidades actuales de la ciencia para revertir la tendencia, si aún se dispone realmente de ellas.
El pueblo cubano, especialmente su magnífica juventud, demostró ayer que aún en medio de un brutal bloqueo económico es posible vencer obstáculos inimaginables.
La Organización de Naciones Unidas, cuya tarea es velar por la paz, la seguridad y los derechos de casi 200 Estados, que allí representan a más de 6 mil 500 millones de habitantes del planeta, iniciará los debates de su Asamblea General con la participación de los Jefes de Estado el próximo miércoles. Esta vez, dada la importancia excepcional del tema, dedicará el martes 22 de septiembre a una Sesión de Alto Nivel sobre el Cambio Climático, como preparación para la Conferencia de Copenhague, Dinamarca, entre el 7 y el 18 de diciembre del presente año.
En la Conferencia Internacional sobre el Medio Ambiente convocada por la ONU en Río de Janeiro, afirmé como jefe entonces del Estado cubano: “Una especie está en peligro de extinción: el hombre”. Cuando pronuncié y fundamenté aquellas palabras, recibidas y aplaudidas por los jefes de Estado allí presentes -incluido el Presidente de Estados Unidos, un Bush menos tenebroso que su hijo George W.-, éstos creían disponer todavía de varios siglos para enfrentar el problema. Yo mismo no lo veía en fecha tan cercana como 60 u 80 años.
Hoy se trata de un peligro realmente inminente y sus efectos son ya visibles. Me limitaré solo a unos pocos detalles, que serán ampliamente abordados en Nueva York por nuestro Ministro de Relaciones Exteriores que allí intervendrá en nombre de Cuba.
La temperatura promedio ha crecido 0,8 grados centígrados desde 1980, según el Instituto de Estudios Espaciales de la NASA. Las últimas dos décadas del siglo XX fueron las más calurosas en cientos de años. Las temperaturas en Alaska, el Oeste canadiense y el Este de Rusia han subido a un ritmo que duplica el promedio mundial. El hielo del Ártico está desapareciendo rápidamente y la región puede experimentar su primer verano completamente libre de hielo tan pronto como en el año 2040. Los efectos son visibles en las masas de hielo de más de dos kilómetros de altura que se derriten en Groenlandia, los glaciares de Suramérica, desde Ecuador hasta el Cabo de Hornos, fuentes fundamentales de agua, y la gigantesca capa de hielo que cubre la extensa zona Antártida.
Las actuales concentraciones de dióxido de carbono han alcanzado el equivalente a 380 partes por millón, cifra que supera el rango natural de los últimos 650 mil años. El calentamiento está afectando ya los sistemas naturales de todo el mundo. Si esto ocurriera sería devastador para todos los pueblos.
Los científicos han descubierto que hace no menos de 3 mil millones de años surgieron las primeras formas de vida elemental en el planeta Tierra. Desde entonces las mismas evolucionaron continuamente hacia formas superiores y complejas en virtud de leyes biológicas inexorables. Nuestra actual especie, el Homo sapiens, apenas cuenta con 150 mil años de existencia, una insignificante fracción de tiempo desde que surgió la vida. Aunque los griegos, cientos de años antes de nuestra era, poseían ya determinados conocimientos astronómicos, hace solo algo más de 500 años, después de un largo período de oscuridad medieval, el hombre llegó a conocer que la Tierra era redonda y no plana. Un almirante audaz de origen genovés y sólidos conocimientos se propuso navegar hacia el Este en busca de la India, en vez de bordear por el Sur de África. Comenzaba la colonización europea de este hemisferio y el resto del planeta.
La especie humana pudo medir con bastante precisión la vuelta de la Tierra cada 24 horas y su movimiento de traslación alrededor de la enorme masa incandescente del Sol, cada 365 días aproximadamente. Estas y otras singulares circunstancias estaban asociadas a la existencia y la vida de todas las especies que existían entonces.
Desde la antigüedad, los filósofos y pensadores más avanzados han buscado la justicia social. A pesar de eso la esclavitud física duró legalmente todavía hasta hace129 años, en que se decretó la abolición de la esclavitud en la colonia española de Cuba.
Desde mi punto de vista la Teoría de la Evolución, expuesta por Darwin en su libro “El origen de las especies”, ha sido uno de los dos descubrimientos de la ciencia más importantes. Algunos vieron en ella un antagonismo con las creencias religiosas; ningún científico, sin embargo, hoy la niega, y muchos de ellos, que profesan sinceras creencias religiosas, ven en la evolución la expresión de la voluntad divina.
El otro aporte decisivo fue el de la Teoría General de la Relatividad de Albert Einstein, expuesta en 1915, fuente de muchas investigaciones posteriores a la muerte del autor en abril de 1955. Pocas personas han influido tanto en el destino del mundo como él. Einstein persuadió a Roosevelt de iniciar las investigaciones para producir la bomba atómica por temor a que esta fuese desarrollada por los nazis. Cuando Truman las hizo estallar sobre las ciudades civiles indefensas de Hiroshima y Nagasaki, de tal manera le impactó el hecho que se convirtió en un pacifista convencido. Hoy Estados Unidos posee miles de armas nucleares más potentes que aquellas, las cuales podrían exterminar varias veces la población del mundo. Son a su vez, los mayores productores y exportadores de todo tipo de armas.
El ritmo acelerado de las investigaciones científicas en todos los campos de la producción material y los servicios, bajo el orden económico impuesto al mundo después de la Segunda Guerra Mundial, ha conducido a la humanidad a una situación insostenible.
Nuestro deber es exigir la verdad. La población de todos los países tiene derecho a conocer los factores que originan el cambio climático y cuáles son las posibilidades actuales de la ciencia para revertir la tendencia, si aún se dispone realmente de ellas.
El pueblo cubano, especialmente su magnífica juventud, demostró ayer que aún en medio de un brutal bloqueo económico es posible vencer obstáculos inimaginables.
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